Dimitri Venum destaca por su cuerpo fornido y su presencia dominante. Si pasa el rato en el aparcamiento subterráneo es para encontrar un adorador de polla entusiasta. El chupapollas aparece, ansioso y motivado. Le muestra al hombre que le encanta y va al grano sin charlas triviales. Abre bien la boca y engulle, claramente disfrutando cada momento. La mirada intensa de Dimitri le hace querer chupar la gruesa polla hasta el fondo de su garganta, aunque eso signifique babear una y otra vez. Está claro que está aquí porque le encanta y no dejará de chupar hasta que Dimitri decida rociarle su semen por todas partes. Dimitri se va satisfecho, y el chupapollas está pensando que los dominantes franceses son realmente lo suyo ahora.