Chupapollas quiere convertirse en la pareja habitual de Rafael, la dominatrix brasileña XXL. Ha moldeado su culito con lencería sexy para excitarlo. Rafael no lo entiende al principio, para él es un plan como cualquier otro y hace lo que sabe hacer a la perfección: poner a Chupapollas de rodillas, hacerle adorar su verga prepotente y mega larga, luego levantarlo y darle la vuelta para deslizarse en su culito. Es entonces cuando descubre que Chupapollas lleva unos calzoncillos muy provocativos con bragueta. Y le encanta. Le baja la cremallera, se los deja puestos a Chupapollas y le da un buen azote. El efecto deseado funciona a las mil maravillas: la erección de Rafael está más dura que nunca y lo único que quiere es darse un festín con su precioso culo moldeado. A los dos les encanta: el pasivo quiere más, al domi le encanta este placer continuo.