Cuando Cocksucker, un hermano argelino barbudo con esa mirada de fuego en sus ojos y un carisma loco, se une a DeepAndRough, el tipo de culo fino siempre en zapatillas y chándal, es una explosión instantánea. A altas horas de la noche en un aparcamiento, llenos de la energía callejera de Citebeur, los dos chicos del barrio se paran, se miran y se enrollan hasta alcanzar los 300º. Manos por todas partes, voces profundas que se excitan mutuamente, pollas duras que asoman a través de la tela, listas para ser manoseadas. El chupapollas se arrodilla y se traga la gruesa polla de DeepAndRough, haciendo una garganta profunda, babeando, gimiendo, tomando cada centímetro como si estuviera hambriento. DeepAndRough le sujeta la cabeza, lo acaricia y se la devuelve con la misma hambre cruda. Cuerpos apretados, sudor brillando bajo las luces de neón, placer compartido, real, masculino, totalmente consentido. Una gran corrida facial, sonrisas compartidas, ese aire de hermandad: dos tíos buenos que acaban de divertirse como nunca. Una auténtica joya de Citebeur: química ardiente, tíos guapísimos, conexión eléctrica, la energía icónica de los ligues de aparcamiento. Porno gay árabe francés del más alto nivel: sexy, real, crudo, inolvidable.